Las siglas DDD corresponden a los términos desinfección, desinsectación y desratización, que pueden resumirse en aquellas tareas destinadas a conseguir el más alto nivel de control sobre la población de artrópodos vectores y no vectores, roedores y microorganismos patógenos. Por tanto, los tratamientos de DDD se encargan de prevenir o controlar aquellas plagas que puedan ser nocivas para la salud. Para ello utilizamos productos químicos (bactericidas, insecticidas, etc.) y mecánicos (jaulas, trampas adhesivas, etc.) que están homologados y son respetuosos con el medio ambiente y la salud, pues establecemos los periodos de seguridad, si son necesarios, después de los tratamientos.